Sí que hay daño, sí que escuece, te estoy echando de menos. No, ni una lágrima (oh, vaya novedad). Y nadie lo sabe, nadie sabe del vacío, ni del daño, ni de la importancia que tenías - vaya, creo que ni yo, realmente-.
Me lo he buscado yo solita. Ahora solo me queda pedirte que estudies, espero que lo hagas -por ti, por tu padre,
De querer, de adioses, de que posiblemente no volvamos a juntar caminos, con complejo de secantes.
Solo te pido que te cuides -que yo no he sabido hacerlo-, rodéate de gente que realmente merezca la pena, que esté a tu altura, deja la droga, ¿sí? déjala. Conviértete en lo que siempre has admirado, muestra debilidades (como hacías conmigo). Valórate. Quiérete. Admírate. Cuídate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario