viernes, 17 de abril de 2015

y estoy buscando los tuyos.

Déjalo estar
no va a volver
no debe volver
ni debes volver
ni puede volver.

Tengo mil ojos mirándome, mil obviándome
y estoy buscando los tuyos.
Y no.
Porque no vas a volver,
no debes volver,
ni puedes volver (no voy a dejarte).

No voy a dejar que me destruyas
como cuando no dices que reconstruyes
y tengo la esperanza de que sí.
No voy a dejar que vuelvas a desaparecer sin ni siquiera haber aparecido,
y sigo empeñada en no dejarme asumir que
ni vas a aparecer, ni debes aparecer, ni puedes aparecer.

Pero oye,
que si quieres,
dejamos de empujarnos  y de bailar cayendo por la escaleras,
y solo bailamos,
o nos sentamos en las escaleras
y nos decimos, y nos miramos, y nos encotramos
y quizá hasta a dejar de bajar a vista cuando (mentirosos) nos confesamos lo felices que somos.
Lo felices,
insensibles,
e hipócritas
que somos, amor.